3/6/10

-¿Qué más? –me preguntó-.¿Sabes algo más?

Oh, sí. Para ella siempre sabría algo más.

-¿Sabías que la primera vez que enseñaron a hablar a una chimpancé mintió? Cuando le preguntaron quien se lo había hecho en la mesa de trabajo dio por señas el nombre del limpiador. Y cuando la presionaron dijo que lo sentía mucho, que en realidad había sido el director del proyecto. Pero ella era madre, de modo que imagino que tendría sus razones.

-Oh, eso está bien –asintió-. Una parábola.

-Hay más anécdotas sobre esa chimpamcé –le dije-. Pero te romperían el corazón.

-No, gracias –y se rasca la mascarilla.

De “En el cementerio donde está enterrado Al Jolson.” Amy Hempel.